¿Depresión post-vacacional?

Hola a todos, y bienvenidos después del parón veraniego de nuevo a este Cuaderno de Bitácora en el que pretendemos reflexionar y debatir sobre las cosas que ocurren en el mundo que nos rodea, desde el punto de vista económico y empresarial. Y os reconozco que me ha resultado muy fácil encontrar el tema sobre el que reflexionar en esta primera entrada de la temporada. Tranquilos, no voy a hablar del Betis (aunque el título valdría igualmente) ni sobre nuestro sector turístico (ídem de ídem) sino del tan manido y comentado síndrome post-vacacional. Este síndrome, del cual inevitablemente todos nuestros telediarios se ocupan llegado el mes de Septiembre, es definido por los expertos como la "incapacidad de adaptación al trabajo tras la finalización de las vacaciones". Está claro, después de dos, tres, incluso cuatro semanas alejado de la rutina diaria, disfrutando de la playa, la montaña o de un viaje al extranjero, cuesta volver a esa rutina. Pero en un año como el que estamos viviendo, ¿de verdad tenemos "derecho" a hablar y sufrir este síndrome?

Realmente, quienes tienen que estar sufriendo una Depresión post-vacacional son los 3.544.095 de españoles que se encuentran sin empleo. Después de un verano donde no hemos podido escuchar o leer ni una propuesta seria (ni del Gobierno ni de la Oposición) sobre cómo generar empleo estable y duradero, donde el debate se ha centrado en las ayudas, los subsidios, el déficit público consecuencia del incremento de los mismos, y el aumento de la presión fiscal como "solución mágica" a todo ello, donde hemos podido ver como nuestros pueblos se "embellecen" y mejoran sus aceras y sus jardines gracias al Plan E (o sea, gracias de nuevo a nuestros impuestos, no lo olvidemos cada vez que leamos uno de sus grandes –y caros- carteles), nuestros parados deben estar realmente hundidos y desesperanzados. Porque lo único diferente que se van a encontrar este mes de Septiembre son, como me comentaba el otro día un buen amigo, unas magníficas aceras donde pasar los lunes al sol.

Por ello, os propongo que cada uno desde vuestro ámbito, desterréis de una vez lo de la depresión post-vacacional, y convirtáis la vuelta al trabajo en una fiesta. Tenemos que dar gracias por tenerlo, valorarlo, esforzarlos por mantenerlo y, si realmente queremos hacer algo por esos 3.544.095 de españoles, intentemos poner nuestro granito de arena ayudando a crear riqueza (que es la única y verdadera solución a la crisis).

Comentarios

  1. Para ayudar a superar la depresión...

    En realidad, 3,5MM. de parados, aún siendo muchos, no son tantos. Pensemos que no hace ni 20 años, cuando Felipe González lideraba nuestra Nación, alcanzamos la cifra de 10MM. de parados, casi el triple nominal pero más del cuádruple real, al haberse aumentado en estos años la población activa española por motivo de la masiva incorporación de la mujer al mercado de trabajo por un lado y la llegada de inmigrantes por otro. Si a eso unimos que en los mejores momentos del empleo en España (cuando gobernaba Aznar, al César lo que es del César) el paro se movía en torno al millón de personas (un economista lo llamaría "paro friccional", yo que soy empresario prefiero llamarlo "la sopa boba" que es un término más castizo y refleja mejor la realidad), la cifra de 3,5MM. actual no es para asustar a nadie.

    Es decir, que no estamos tan mal... aunque sin duda estaremos peor, porque el panorama no pìnta nada, pero nada bien. Y el debate sobre el mercado laboral es apasionante; a "grosso modo":

    .- Modelo español: Protección al desempleado, en dos vías; por un lado, una fuerte indemnización en caso de despido que paga la empresa o en último caso el FOGASA, y por otro hasta 18 meses de subsidio de desempleo.

    .- Modelo EE.UU.: Nula protección al desempleado, ni hay indemnización por despido a cargo de la empresa ni hay subsidio de desempleo.

    A primera vista, el modelo español parece mejor, en el sentido de que no deja a las personas a su merced y garantiza una renta mínima y digna a quienes se ven en la desagradable tesitura de quedarse sin trabajo.

    Pero si profundizamos un poco más vemos tres hechos (no teorías, sino realidades):

    .- En EE.UU. en Agosto (apenas 12 meses después del inicio "oficial" de la crisis) ya está repuntando de nuevo el empleo.

    .- En EE.UU. en ningún momento de esta crisis se han superado los 13MM de desempleados, con una población activa casi 10 veces mayor a la española, es decir, lo que sería el equivalente a 1,3MM en España (a "grosso modo"), casi la tercera parte.

    .- En la Comunidad de Madrid, el 75% de los perceptores del subsidio de desempleo son menores de 25 años.

    No quiero dogmatizar, sino llevar a la reflexión; por eso no propongo respuestas sino preguntas:

    .- el subsidio de desempleo ¿puede entenderse que potencia el desempleo y desincentiva la búsqueda de trabajo?

    .- la inexistencia de subsidio ¿garantiza un mayor nivel de empleo? ¿compensa ese mayor nivel de empleo la nula protección del desempleado? o en palabras del Comandante Spock (perdón por la licencia) ¿El bienestar de la mayoría compensa el malestar de la minoría?

    .- ¿Podemos hablar del "drama del paro" cuando el 75% de los perceptores del subsidio viven "con" y "de" sus padres y el paro se ve más como unas vacaciones pagadas que como una búsqueda subsidiada de empleo? (pregunta limitada a la Comunidad de Madrd, ignoro la realidad de otras zonas de España)

    Por supuesto, estas preguntas son muy, pero que muy "políticamente incorrectas" en la España de hoy en día, pero en algún momento y lugar habrá que empezar a hacérselas. Quizás este blog que Joaquín nos brinda sea un buen sitio para empezar.

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