El valor de la experiencia

Hace unos días, tuve la oportunidad de disfrutar de de una cena con muchos de mis compañeros de promoción en la Universidad, algunos de los cuales no había tenido la oportunidad de ver desde el, cada vez más lejano, 1992. 17 años, y sin embargo, el comentario más escuchado a lo largo de la noche fue "estás igual que hace 15 años". Y continuando un poco la broma, comentaba yo que "estamos igual que hace 15 años, sólo que con 15 años más". Ya sé que suena a perogrullada, pero la frase tiene más miga de lo que parece. Porque lo que realmente nos configura y nos caracteriza como personas es nuestra experiencia vital: cada uno de nosotros somos lo que hemos vivido, y por tanto, cada día somos una persona diferente a la del día anterior, sencillamente porque hemos vivido un año más.

Esto, llevado al campo del Management, recibe y ha recibido muchos nombres a lo largo del tiempo, y se ha buscado la forma de gestionar, rentabilizarlo y ponerlo en valor. Incluso se ha llegado a hablar de Learning Organisations, o sea, organizaciones que aprenden en base a sus experiencias. Quizás la expresión más utilizada en los últimos años ha sido la de Gestión del Conocimiento, entendida como filosofía de gestión que pretende detectar, recopilar, estructurar y distribuir todo la experiencia que la organización ha acumulado a lo largo de los años con el fin de rentabilizar la misma. Esta filosofía, sin embargo, a fuerza de hablar de ella y de utilizarla para todo, ha acabado por "corromperse", y ahora ya todo es conocimiento: sociedad del conocimiento, trabajador del conocimiento…, y siempre con un matiz tecnológico, cuando el conocimiento existe (y se gestiona) desde que el mundo es mundo. Por eso, creo que debemos "recuperar" su sentido original y para ello lo mejor es servirnos de nuevo del lenguaje: empecemos a gestionar nuestra experiencia y la experiencia de nuestra organización, pongámosla en valor, utilicémosla para dar el mejor servicio posible a nuestros clientes y para que nuestras organizaciones sean los mejores sitios para trabajar con los mejores profesionales… En otras palabras, reivindiquemos la GESTIÓN DE LA EXPERIENCIA como disciplina clave en la Dirección de empresas. ¿Una nueva disciplina empresarial? Quizás, habría que preguntar al inventor del fuego…

Comentarios

  1. Es curioso, hace unos días tuve yo también la oportunidad de encontrarme con amigos de mi infancia, del colegio. Y otra vez la misma frase "Estamos igual", "Eva, no has cambiado nada". Sí, he cambiado, he cambiado mucho. De aquella niña de 12 años, rubia con gafas (que odiaba) queda poco, y queda mucho. Me ha pasado casi de todo, bueno, malo...Sí, pero ahora tengo experiencia. Claro, experiencia es haber pasado antes por algo, a más edad, más oportunidades...Y Dña. Experiencia te hace sentir fuerte y cómodo en tus actos, estoy de acuerdo contigo, hay que saber aprovecharla!
    Pero debo reconocer que me fascina la sensación de no saber qué hay detrás de esa puerta desconocida, la tensión de enfrentarte a un nuevo reto ¿podré? ¿sabré?¿lo conseguiré?
    Como la emoción que sentí cuando me acercaba a ver aquél rostro que hace 25 años que no veía, el latir del corazón...
    Yo quiero enfrentarme a mi vida diaria de la mano de mi amiga Expe y con la emoción de no saber qué me espera detrás de la puerta desconocida. Lo que tengo claro es que la voy a abrir, !de par en par!

    ResponderEliminar
  2. Dicen que la fotografía tiene algo de misterioso y profundo, que es la única prueba palpable de que el tiempo existe...Cuando nos hacemos mayores ganamos en experiencia y en sabiduría. Cuantas decisiones en la empresa se hacen sin tener en cuenta esta experiencia... Enhorabuena por el post.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario