Lo publico y lo privado

Llevo unos dias dándole vueltas al tema que hoy os propongo como reflexión, al hilo de varios de los acontecimientos que estan ocurriendo en los últimos tiempos (Gürtell, el FROB, etc.) y de alguna experiencia personal. Porque hay algo que subyace a muchos de estos "sucesos" y que afecta también al día a día de muchas empresas, y es la cada vez más sutil frontera entre lo público y lo privado. Y quizás sea éste el gran debate de fondo que aun no se ha planteado y que creo es uno de los lastres que tenemos para salir de la situación de crisis en las que nos encontramos.

¿Por qué digo esto? Pues porque en nuestro país el sector público y lo público en general sigue teniendo un excesivo peso que lastra nuestra competitividad. Y si miramos a Andalucía, la situación es aun peor. Nuestras empresas siguen sin tener ese plus de motivación que necesitan para innovar, para reformarse, para ser más eficaces (y por tanto, más competitivas), porque siguen dependiendo en exceso del apoyo del sector público. Y encima el propio sector público lleva varios años jugando a ser empresario, con lo que ello conlleva. Os pongo dos ejemplos sencillos y fáciles de entender:

1- Dado que unos de los orígenes de la crisis es la crisis financiera, el estado ha salido al rescate de bancos y cajas creando el FROB. Y pone varios requisitos para acceder al mismo. Sin embargo, entre dichos requisitos no se incluyen restricciones a la remuneraciones de los ejecutivos de estas instituciones, principales responsables de habernos llevado a esa situación. Y el que esto firma, no es partidario de que los poderes públicos intervengan u opinen sobre los niveles salariales en una institución privada. Pero como mínimo es poco ético que cuando dicha institución acude al Estado (o sea, al dinero del Estado, o sea, a lo generado por los impuestos, o sea, a lo pagado por tí y por mí), no se "sancione" de alguna manera dicho comportamiento, limitando los salarios de sus ejecutivos (al igual que se hace con los altos cargos de la Administración, por ejemplo). Y si entramos en las remuneraciones de los ejecutivos de las Cajas de Ahorro (esas que dicen los políticos mantener por "interés público"), la situación tiene ya tintes de auténtico escándalo. "Casualmente", estas Cajas, presididas en su mayor parte por políticos y no por profesionales, son las que peor afrontan la situación actual...

2- Imaginemos 2 empresas, del mismo sector, con fines similares, una da capital público y otra de capital privado. Pensemos ahora en sus trabajadores: ¿se sienten en ambos casos igual se seguros? La respuesta es evidente. Por tanto, los trabajadores y los ejecutivos de la empresa privada tienen un plus extra de motivación para ser más competitivos, ya que saben que su supervivencia está en juego. El problema es que esto no es un caso imaginario, sino real. Y mientras la Administración siga creando / manteniendo una red de empresas públicas que, para financiarse, hagan la competencia al sector privado, nuestro país seguirá estando a la cola de Europa en todos los indicadores.

En definitiva, igual que en los 80 fue necesaria la reconversión industrial para entrar en Europa y salir de la grave crisis en la que se encontraba España, urge una nueva "reconversión", esta vez del Sector Público, ya que sin ella tardaremos mucho más que nuestro entorno en superar la crisis actual. El problema es ¿quien le pone el cascabel al gato?

Comentarios