Money, Money, Money

La semana pasada he tenido la oportunidad de leer un artículo muy interesante de la revista de Harvard titulado: "Querido Emprendedor: piensa en la caja, no en las ideas". Partía de una noticia (la venta de la participación del jugador de la NBA Magic Johnson en una joint venture con Starbucks por una cifra multimillonaria), para hacer la siguiente reflexión: ¿Por qué los grandes inversores (y en el caso de España podríamos añadir a las Administraciones) se dejan deslumbrar por negocios "tecnológicos" y rechazan sin embargo invertir en negocios "tradicionales"? Y no puedo dejar de darle la razón. Parece que en los últimos años se han primado las "ideas" sobre la rentabilidad. Una empresa si no llevaba el matiz tecnológico, no era atractiva. ¿Donde invierte un fondo de capital riesgo: en una empresa de biotecnología o en una cadena de restaurantes? Y sin embargo, muchos de estos negocios requieren una inversión menor, tienen menos incertidumbres, tienen un retorno de la inversión mucho más rápido que estos negocios tecnológicos, y son sostenibles a medio y largo plazo.

Esto no quiere decir ni mucho menos que debamos despreciar a estos negocios tecnológicos. Ni que las empresas de base tecnológica no vayan a ser la base de la competitividad de nuestra economía. Pero sí que pone el foco en el lugar adecuado: la "Caja". Porque un negocio tecnológico ante todo es negocio. Y una empresa de base tecnológica es, antes que nada, empresa. O sea, que su fin último, será la rentabilidad, y si ésta no llega, la empresa morirá. Por tanto, a la hora de enfocar la misma, pensemos en como vamos a generar "Cash" y no sólo en desarrollar una buena idea.

Comentarios

  1. Antes de nada, enhorabuena por el post :)

    Efectivamente, creo que a la hora de plantear un negocio (y más ahora ;) no hay que olvidar poner en primer plano el análisis de su potencial rentabilidad, (además de otros factores, por supuesto), independientemente de si tiene o no "tecnología como base". Llevándolo al extremo, no sé a quién hoy decir en cierta ocasión que hay dos tipos de organizaciones: las "Sin Ánimo de Lucro" (ONGs, etc.) y las "Sinónimo de Lucro" (empresas).

    Quizá la clave esté en no dejarse deslumbrar por la tecnología. Cuando "la herramienta" deja de ser un medio para convertirse en un fin, algo falla. Si en cambio es un soporte, con tecnología fiable, que respalda un modelo de negocio claro, la cosa puede pintar bien.

    Saludos,

    Carlos.

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  2. Gracias a los dos. Precisamente esta semana hemos estado visitando dos empresas de las denominadas de base tecnológica, ya consolidadas, y en los dos casos una de las claves de su éxito es que han contado con una línea de negocio quizás no muy atractiva desde el punto de vista de la innovación, pero que generaban cash-flow y margen. Y cuando han tenido estas líneas consolidadas es cuando se han lanzado a la innovación (lo "divertido" le llamaba uno de ellos).

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