La Experiencia es un grado (y un postgrado y un doctorado....)

Por distintos motivos, llevo una semanas visitando a empresas de base tecnológica ya consolidadas en el mercado y manteniendo una conversación relajada con promotores de las mismas. Y me está llamando poderosamente la atención un hecho, y es que la mayor parte (por no decir todas) de las empresas que podemos considerar ya consolidadas (esto es, con un volumen de facturación creciente, con varios años de permanencia en el mercado, con una cartera de clientes fiel, sólida y de prestigio...) son iniciativas empresariales que en su día pusieron en marcha personas con cierto bagaje y experiencia profesional. Y, además, pese a estar en el sector tecnológico, son empresas que no se crearon a partir de una innovación, sino de una necesidad de mercado y un producto/servicio ya testado. Y a partir de estas dos premisas, estas empresas crecen, se consolidan y es entonces cuando abordan (con éxito) el proceso de innovación, que lo que les permite es mantener (o incluso acelerar) ese ritmo de crecimiento.

¿Qué quiere decir esto? Pues en mi modesta opinión, que el Modelo de Joven Emprendedor Universitario que sin experiencia monta una empresa en base a un nuevo producto / servicio ("innovación") no está funcionando. Quizás hemos querido correr mucho (yo mismo "me acuso" de haber promovido con convencimiento ese Modelo) y no hemos caido en la cuenta que el mejor grado y el mejor postgrado que hay es la Experiencia. Ha llegado a la hora de que junto con este Modelo, promovamos también el "Modelo del Puretilla harto de aguantar al Jefe, que decide tirarse a la piscina y montarselo por libre, para poner en práctica las ideas que ha acumulado a lo largo de los años". No es tan atractivo y no suena tan bien, pero os aseguro que funciona.

Comentarios

  1. Así me gusta Joaquín, que se escriba de lo profesional con la energía y la sinceridad que permite la independencia. Lo sesudo es un rollo, escribamos con las tripas.

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