Cuidemos a la PYME

Esta semana he podido leer uno de los "clasicos" reportajes de comienzo de ejercicio a empresarios, en el que se les pregunta sobre sus perspectivas para el año que acaba de comenzar. En este caso, los protagonistas son empresas andaluzas que podríamos considerar de tamaño medio. Y en dicho reportaje, el periodista realiza la "original" pregunta acerca de como ha sido el año anterior para su empresa. Hay casi unanimidad entre los entrevistados para decir que el año, a pesar de las dificultades, se ha cerrado con un moderado crecimiento de su empresa. Y si vemos las noticias que suelen aparecer en las páginas de economía acerca de medianas y grandes empresas, la tónica se repite: a pesar de la crisis, se generan beneficios (menores que los esperados, pero beneficios al fin y al cabo), se mantiene la facturación o incluso esta aumenta ligeramente, se mantiene el empleo, etc.

Y sin embargo, las cifras macroeconómicas siguen ahí, tozudas: el paro sigue creciendo (menos que hace un año, pero crece), el PIB no sube, en definitiva, seguimos sin tocar fondo. ¿Una contradicción? No, sino que estos reportajes siguen "olvidando" que el principal elemento de nuestro tejido productivo lo constituyen las PYMES. Y éstas, y no las grandes corporaciones, son las auténticas protagonistas de la crisis. Las Pymes son las que, mayoritariamente, están destruyendo empleo y desapareciendo, las que no generan beneficios, las que, por tanto, no generan ingresos ni para Hacienda ni para la Seguridad Social.

¿Y por qué insisto hoy en esto? Porque mientras no se pongan en marcha medidas reales y efectivas que ayuden a estas empresas a remontar, no saldremos de la situación de crisis. Hace una semana, el Ministerio de Industria ha presentado a bombo y platillo un plan de"ayuda al emprendedor": 84 millones de euros nada mas y nada menos. Pero si vemos la letra pequeña, 2 millones son para cofinanciar los denominados "Dia del Emprendedor", 20 millones para crear y consolidar 150 nuevas empresas (a más de 130.000 € la empresa...), 2,8 millones a programas de fomento de la colaboración entre Centros de Apoyo al Emprendedor... Y sin embargo, nada que haga referencia a los problemas "reales" del pequeño empresario, que son los que están provocando su desaparición: el IVA sigue siendo intocable (y los pequeños empresarios siguen, por tanto, financiando a la Administración, teniendo que adelantar el ingreso de cuotas de IVA de cobro incierto), los incentivos fiscales a la creación de empleo ni están ni se les espera, la Administración sigue incumpliendo la ley respecto a sus pagos, etc., etc.

En definitiva, cuando seamos capaces de poner a la PYME en el centro de la Política Económica y demos solución a sus problemas reales, empezaremos a andar el camino de la recuperación. Pero ese camino yo al menos lo veo aun lejos...

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