Inflación de "estrategias"

Parece que en los últimos tiempos la estrategia se ha puesto de moda. Todo el mundo quiere un Plan Estratégico: la Administración, las empresas, los políticos… ¿o no? Porque cuando un término se "inflaciona" y empieza a ser utilizado por todo el mundo, se corre el serio riesgo de que el mismo pierda su significado (y por tanto su valor). Si nos centramos en el ámbito que nos compete, la estrategia empresarial, podríamos decir que la misma es la forma en que la empresa, reaccionado frente a su entorno, despliega sus principales recursos y esfuerzos para alcanzar sus objetivos. Y señalo en negrita los tres principales elementos que debe considerar la misma.

Pero no quiero hoy dedicarme a teorizar sobre definiciones y conceptos, sino más bien daros dos o tres pistas que sirvan para advertidos cuando cojáis el "camino equivocado". Dicho en otras palabras, la estrategia NO es:

- Una relación de acciones, más o menos bien intencionadas. La clave de la estrategia es la Misión (o sea, el tener claro hacia donde queremos ir).

- Un conjunto de planes. La base de la estrategia son los objetivos (aunque luego estos se traduzcan en planes de acción).

- Los objetivos estratégicos establecen el "qué" y el "cuando", pero no el cómo. Son una guía para el diseño de los posteriores planes.

- Algo amplio en lo que tenga cabida "todo". La estrategia supone tomar decisiones (y en muchos casos, dolorosas).

- Orientada al corto plazo. La estrategia, por definición, tiene como objetivo y meta final el largo plazo.

- Una nebulosa de buenas intenciones, vagas y sin especificar. De nuevo, la base es que el enfoque estratégico (lo que llamamos Misión y Visión) seamos capaces de traducirlo en objetivos concretos.

Y una ultima idea: cuando penséis en estrategia, pensad en los grandes estrategas de la historia. Yo, particularmente, me quedo con uno, Julio César, cuya Visión de lo que debía ser Roma le supervivió durante muchos, muchos años...

Comentarios