Organización para la Conciliación

Llevo tiempo queriendo escribiros sobre este tema. Porque mucho se habla en los últimos años (y cada vez más) acerca de la importancia de la conciliación entre la vida laboral y la personal, del equilibrio entre trabajo y ocio, etc. Y cuando se proponen medidas para favorecer esta conciliación, nos dedicamos a hablar del teletrabajo, de la flexibilidad de horarios, de ayudas a la familia, etc. Pero dejamos fuera siempre (o casi siempre) una de las que, en mi opinión, es básica para lograr este equilibrio: la organización de horarios.

Porque está asumido que la informalidad forma parte de la "cultura empresarial" de los españoles. Cuando se fija una reunión, es habitual que ésta comience siempre 15 o 20 minutos después del horario fijado. Cuando se tiene que atender una visita, es "normal" hacer esperar a ésta ese tiempo (o incluso más, si quien recibe a la visita pertenece al sector público: cuanto mayor es la responsabilidad y más alto se está en el organigrama, habitualmente mayor es el tiempo de espera: 30 m., 40 m., 1 hora....). Eso por no hablar de Consejeros, Ministros, Directores Generales, etc., que actúan bajo la filosofía del "ya y ahora" (o sea, si te llamo, deja lo que estés haciendo y ven, porque lo mío siempre tiene prioridad). Y tampoco me olvido de los cambios de reuniones a última hora o las convocatorias "sobre la marcha" (mira, que esta tarde no puedo, ¿a tí te "importaría" acercarte ahora?). Y esta informalidad, al final, afecta a la conciliación. Porque el tiempo que se pierde en esperas, es tiempo que casi siempre se "recupera" al final de la jornada de trabajo (o sea, que se le quita al tiempo personal). Y cuando las agendas no se respetan, difícilmente uno podrá organizar sus asuntos personales (médicos, colegios de los niños o salir a comprar tranquilamente un regalo) con tranquilidad. Lo peor es que, además, cuando surge uno de estos "imprevistos" y no se puede atender porque se había planificado algún asunto personal, se tiene mala conciencia de no estar cumpliendo con el trabajo.

No se si esta entrada de hoy la leerá alguna de las personas que habitualmente realiza estas "prácticas", ni si se verá reflejada en ella, ni si le servirá para reflexionar y cambiar. Pero si uno sólo lo hiciera, os aseguro que esta sería la entrada más valiosa de cuantas se han hecho en este blog desde que se puso en marcha.

Sólo con un poco de formalidad, un poco de organización y un poco de respeto a los horarios (que no deja de ser una manera de respetar a los demás), conseguiremos una gran mejora de nuestra calidad de vida. Basta con intentarlo.

Comentarios