Tengo animo de lucro. Sí, ¿y qué?

En unas jornadas sobre Responsabilidad Social Corporativa (RSC) y Conciliacion en las que recientemente participé, una vez llegado el turno de preguntas hubo dos asistentes que comentaron que deberíamos luchar porque las empresas implantaran Planes de Conciliacion no porque de esta manera sus trabajadores fueran a estar más motivados y, por tanto, ser más productivos (y la empresa más rentable) sino porque estuvieran convencidos de la "bondad" de dichos planes. Las empresas tienen que ser "buenas" y no perseguir siempre el ánimo de lucro, vinieron a decir. Pero, ¿por qué denostamos tanto ese ánimo de lucro?

Por eso, hoy me gustaría hacer una defensa del ánimo de lucro como "motor" de la ecónomía. Porque el ánimo de lucro es el motor que mueve a las economías. Sin ánimo de lucro, nadie crea empresas y mucho menos las hace crecer. Sin ánimo de lucro, nadie inicia una actividad económica y mucho menos arriesga su patrimonio. Y el ánimo de lucro es el que en definitiva hace que se cree empleo.

Sinceramente, no entiendo el miedo que existe en nuestro país en reconocer que algo se hace por ganar dinero. Ni entiendo el "ataque" a aquellos que se mueven por este "ánimo". Porque a fin de cuentas  casi TODO el mundo se mueve por este mismo fin. ¿o acaso aquellos que más atacan al empresario están dispuestos a trabajar gratis? El ánimo de lucro es también lo que mueve al trabajador (público o privado, por cuenta propia o ajena) y sin embargo eso no lo critica nadie. Y quizás cuando cambiemos esta percepción social del beneficio empresarial habremos dado un paso más en la salida de la situación actual de crisis.

Comentarios

  1. Totalmente de acuerdo contigo, Joaquín. Es un proceso basado en el Análisis Transaccional de Eric Berne: Mis antecesores no fueron emprendedores, mi educación no ha sido emprendedora, nadie me ha enseñado a emprender, por lo que conozco emprender es arriesgar, luego... basamos nuestra productividad a través de un sistema de reparto o cooperativismo sin riesgos, donde yo no emprendo, no invierto y no arriesgo pero comparto beneficios por el simple hecho de participar.

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    1. Buena observacion. De hecho, das en el clavo de una de las posibles soluciones cuando dices "mi educacion no ha sido emprendedora". Hay que cambiar el enfoque del sistema educativo, para que ensalce valores como el emprendimiento o el valor del esfuerzo. Ahora mismo, se ha impuesto el cafe para todos, con lo que no existe ningun tipo de estimulo al esfuerzo individual

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