Vuelven las Dos Españas

Quien se quede en el titular de esta entrada y no siga leyendo, pensará que he decidido pasarme al campo de comentarista político y hablar de la tradicional polarización política de nuestra sociedad. Pero nada más lejos de la realidad. Al revés, creo que uno de los efectos de esta crisis es que las barreras ideológicas están cada vez más difuminadas y lo que antes era "dogma de fe política", cada vez más se cuestiona.

Y sin embargo, pienso que están surgiendo con fuerza dos Españas, claramente diferenciadas la una de la otra, aunque ahora lo que las separa no son sus afinidades políticas sino su actitud "vital". Por un lado tenemos a una España que es consciente de que los tiempos han cambiado, de que vivimos un nuevo mundo, una nueva economía y unas nuevas reglas del juego, y que hay que adaptarse sin perder el tiempo a ellas para sobrevivir y tener éxito. Esta España es emprendedora, vital, trabajadora y consciente de que solo con esfuerzo y sacrificio saldremos adelante. Sabe que hay que trabajar el doble para ganar la mitad, que tiene que adaptar su nivel de vida a la nueva situación y que solo con su propio trabajo progresará. En definitiva, no espera que nadie venga a "rescatarle", no sabe lo que es la prima de riesgo ni le interesa y sabe que con trabajo, esfuerzo y sacrificio triunfará.

La otra España mira al futuro con pesimismo o incluso no lo mira. Se aferra al pasado y se niega a aceptar que las cosas han cambiado. Quiere seguir manteniendo su nivel de vida con el mismo esfuerzo que antes, reniega de los sacrificios y culpa de la situación a los políticos y los banqueros, Cree que la crisis es cosa de "los otros", no suya: si es empresario, piensa que el problema es de los funcionarios, que son muchos, vagos y excesivamente pagados; si es funcionario, piensa que la culpa es de los empresarios, que son todos unos defraudadores de impuestos, unos explotadores y unos avariciosos, que acaparan riquezas. El trabajador por cuenta ajena piensa esto tanto de funcionarios como de empresarios, que viven de su esfuerzo. Pero cuando a cada uno de estos colectivos les "tocan" en sus "derechos", cargan contra el resto. Esta España solo espera un milagro que nos saque de la crisis, porque "él" no tiene la culpa (y por tanto no tiene que cambiar "nada").

Ojalá cada vez más seamos los españoles que formemos parte de la primera España. Porque si la mayoría pasamos a ella, a lo mejor un día nos damos cuenta de que nadie habla de la "prima" y de que, sin darnos cuenta, la crisis "no existe".

Que paseis todos un feliz verano y hasta Septiembre.

Comentarios

  1. Totalmente de acuerdo contigo, si algo bueno traera la crisis es la necesidad de reforzar la primera en detrimento de la segunda, el inconveniente es que en esta ultima estan los subsidiados y clientes politicos, como dijo Esperanza Aguirre, "la mamela se ha terminado".
    Un abrazo

    ResponderEliminar

Publicar un comentario