Mediocridad

Hace tiempo que hay una palabra que me ronda la cabeza y por eso he decidido usarla hoy como "cabecera" de esta entrada: MEDIOCRIDAD. Me voy a tomar la libertad de usar un texto que me llego por mail en Julio. He intentado buscar su autor, ya que no mencionaba la fuente, pero lo he encontrado transcrito en distintos sitios, así que no me atrevo a decir cual es su fuente. Creo que Forges también escribió hace poco algo al respecto. En todo caso, me quedo con las principales ideas, ya que comparto la mayoría de ellas:

“Quizá ha llegado la hora de aceptar que nuestra crisis es más que económica, va más allá de estos o aquellos políticos, de la codicia de los banqueros o la prima de riesgo y asumir que nuestros problemas no se terminarán cambiando a un partido por otro, con otra batería de medidas urgentes o una huelga general.

Ha llegado la hora de reconocer que el principal problema de España no es Grecia, el euro o la señora Merkel, y admitir, para tratar de corregirlo, que nos hemos convertido en un país mediocre.

Ningún país alcanza semejante condición de la noche a la mañana, o en tres o cuatro años, si no que es el resultado de una cadena que comienza en la escuela y termina en la clase dirigente.

Hemos creado una cultura en la que los mediocres son los alumnos más populares en el colegio, los primeros en ser ascendidos en la oficina, los que más se hacen escuchar en los medios de comunicación y a los únicos que votamos en las elecciones, sin importar lo que hagan, porque son de los nuestros. Estamos tan acostumbrados a nuestra mediocridad que hemos terminado por aceptarla como el estado natural de las cosas. Sus excepciones, casi siempre reducidas al deporte, nos sirven para negar la evidencia:

•    Mediocre es un país donde sus habitantes pasan una media de 134 minutos al día frente a un televisor que muestra principalmente basura.

•    Mediocre es un país que en toda la democracia no ha dado un presidente que hablara inglés.

•    Mediocre es un país que ha reformado su sistema educativo trece veces en tres décadas hasta situar a sus estudiantes a la cola del mundo desarrollado.

•    Mediocre es un país que no tiene una sola universidad entre las 150 mejores del mundo y fuerza a sus mejores investigadores a exiliarse para sobrevivir.

•    Mediocre es un país con una cuarta parte de su población en paro que sin embargo encuentra más motivos para indignarse cuando los guiñoles de un país vecino bromean sobre sus deportistas.

Es mediocre un país donde la brillantez del otro provoca recelo, la creatividad es marginada -cuando no robada impunemente- y la independencia sancionada. Un país que ha hecho de la mediocridad la gran aspiración nacional, perseguida sin complejos por esos miles de jóvenes que buscan ocupar la próxima plaza en el concurso Gran Hermano, por políticos que se insultan sin aportar una idea, por jefes que se rodean de mediocres para disimular su propia mediocridad y por estudiantes que ridiculizan al compañero que se esfuerza.

Mediocre es un país que ha permitido, fomentado, celebrado el triunfo de los mediocres, arrinconando la excelencia hasta dejarle dos opciones: marcharse o dejarse engullir por la imparable marea gris de la mediocridad.”

Se que suena duro, pero me temo que hay mucho de cierto en ello. Pensemos en quién admiran los españoles… Pensemos en nosotros mismos, ¿a quién admiramos? ¿Hay en la lista políticos, empresarios,… en definitiva LIDERES que nos ayuden a salir de esta situación? Pues eso….

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