Gratis Total

Viene el titulo de mi entrada de hoy al hilo de cierta institucion dependiente de la Junta de Andalucía que está últimamente "de rebajas", ofreciendo descuentos a los empresarios que soliciten las ayudas que prestaban (y que hasta ahora tenían un coste). Me ha impactado, sobre todo porque era una institución que siempre ponía de ejemplo sobre cómo ayudar y subvencionar a las empresas pero obligándolas a que valoraran de alguna manera lo que se les daba. Sus programas suponían siempre un desembolso para la PYME (muy pequeño), pero "ahuyentaba" a empresas "buscadoras de subvenciones", que luego no le dan valor a lo que reciben porque no les costaba. Eso el último año había supuesto que había descendido el número de solicitudes, y entre la disyuntiva "mejorar servicio" o "bajar precio (y casi regalar)" the winner is..... las rebajas de enero.

Espero que esto no supongo un cambio en la tendencia iniciada últimamente de empezar a cobrar, aunque fuera de manera simbólica, por ciertos servicios y ayudas que ofrecía la Administración a las empresas. Porque la cultura del gratis total ha hecho mucho daño y está detrás de una parte importante del despilfarro de dinero público de las dos últimas décadas: lo que no me cuesta, no lo valoro. Y como no lo valoro, no le doy importancia o no lo uso "porque no lo he pagado" (sin pensar que otro lo ha pagado por mi, y que al no usarlo estoy desperdiciándolo). Pensemos por ejemplo en tantas horas de formación justificadas, pagadas con dinero público y no impartidas o no aprovechadas. ¿A que eso no ha pasado con un alumno de un MBA que ha pagado 18.000 € por hacerlo? Ese exprime hasta el último euro que ha salido de su bolsillo. Pero, me temo, el hombre es el único animal que tropieza más de dos veces en la misma piedra...

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