Como comentaba hace poco, vivimos ultimamente una "fiebre" del emprendimiento. Todo el mundo habla de la necesidad de emprender, de qu el futuro de la economia es de los emprendedores y no parece haber vida "económica" más allá del emprendimiento. Pero el otro día escuché una reflxión en voz alta de alguien que se cuestionaba esto. El argumento era sencillo: para que la economía crezca y se vuelva a generar empleo, la solución es que las empresas aumenten su dimensión, que las PYMES sean menos micropymes y más MES (medianas). Y eso supone que las empresas contraten personas. En otras palabras, que hacen faltan emprendedores pero también hace falta trabajadores por cuenta ajena, cualificados, productivos y motivados. Y parece que esto ya no es tan importante.
Os reconozco que la reflexión me dejó pensando desde entonces y creo que algo de razón tiene. Como siempre, en el punto medio esta la virtud. Cuidemos a los emprendedores, sí, pero no "demonicemos" por ello al trabajador por cuenta ajena, ya que no todo el mundo tiene ni las cualidades, ni el empuje ni la visión que requiere emprender.
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