Papa, ¿quién es tu jefe?

Tengo una hija de 6 años que anda en esa edad donde todo lo cuestiona y todo lo pregunta. Y claro, "todo" incluye el trabajo de su padre. Y además está en la edad donde su padre es el más importante del mundo (tiempo tendrá para desengañarse) y eso supone que aunque no sabe muy bien en lo que trabaja, si que sabe que su padre es "jefe".

Claro, el problema es cuando se junta una cosa con la otra y un día se presenta en casa con la pregunta "Papá, ¿quién es tu jefe?". Si uno trabaja por cuenta ajena, es relativamente fácil la respuesta, pero cuando trabaja por cuenta propia, bien como profesional liberal bien como empresario, la respuesta es más complicada. Sin embargo, al cabo de varios días esquivando la respuesta a la pregunta de marras, se me encendió la luz y por fin le contesté: "Yo no tengo un jefe". "¿Ah, no?" contestó descolocada por mi respuesta. "No, yo tengo MUCHOS jefes". Eso le descolocó todavía más. "¿Como que tienes muchos jefes?". "Es que resulta que todos mis clientes son mis jefes, ellos son los que me dicen lo que tengo que hacer". Llegado a este punto y viendo la cara que m ponñia, dejé la conversación, aunque desde entonces es una frase que tengo grabada a fuego en mi frente y que condiciona mi día a día en el trabajo. Porque es la pura verdad: quienes me dicen a que me tengo y a que no me tengo que dedicar son mis clientes con sus decisiones de compra. Son ellos los que deciden si les gusta mi trabajo o no, si lo necesitan o no, si lo hago bien o no. Quizás algo profundo para una niña de 6 años, pero no para un profesional.

¡Ah, por cierto! Y mi hija no me ha vuelto a preguntar por "mi jefe"....

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