Estas últimas semanas nos hemos encontrado con distintas informaciones que se hacían eco de una nueva "reforma" del Gobierno que supuestamente iba orientada a favorecer la participación de la PYME en la licitación pública. (Podeis ver la noticia aqui).
Sin embargo, no puedo ocultaros mi decepción al leer las mismas, ya que una vez más las reformas son meros maquillajes (se refieren solo a la acreditación de solvencia técnica y económica en licitaciones de bajo importe), y demuestran un desconocimiento de la Administración de la problemática de la PYME y de las barreras con las que a la hora de la verdad se encuentran éstas. Y os pongo alguno ejemplos reales:
1.- Se siguen exigiendo fianzas en los concursos públicos, que las PYMES deben ingresar antes de iniciar la ejecución del trabajo, en lugar de practicar una retención en el precio como la ley también permite. En nuestro caso concreto, seguimos pendientes de la devolución de una fianza de un proyecto finalizado el 31 de Diciembre y ejecutado a plena satisfacción del cliente. Proyecto, por otra parte, ejecutado por una UTE formada por varias PYMES.
2.- La mayor parte de los organismos siguen sin hacer uso de la posibilidad de que las empresas, en concursos públicos, entreguen una declaración responsable de cumplimiento de los requisitos administrativos y aportando solo la documentación original en caso de resultar adjudicatarios.
3.- No sólo no se admite esta posibilidad, sino que además, cuando se trata de organismos estatales resulta prácticamente imposible el compulsar la documentación requerida fuera de Madrid (las Delegaciones del Gobierno no son tales a estos efectos, por lo que se ve), lo que obliga a, o bien, compulsar ante Notario (con el correspondiente coste), o a usar una gestoría o buscar alguien que haga el favor en Madrid. Una clara desventaja para las empresas situadas fuera de la capital de España.
Son sólo tres ejemplos (podría poneros más) de lo complicado que resulta para una pequeña o mediana empresa acceder a la licitación pública, desde el punto de vista formal. Y mientras sigamos con una Administración Pública tan burocratizada, que sigue mayoritariamente en el mundo "impreso" y no en el digital y, sobre todo, tan desconocedora de la realidad de la PYME, me temo que lo seguirá siendo.
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