Modelo de Negocio, Lienzo y Cincel

Una vez más, hemos caído víctimas del "encanto" de un gurú americano, que ha conseguido que adoremos el becerro de oro que nos presenta. El gurú se llama Osterwalder y su becerro de oro el Canvas (o lienzo en su traducción al español) como herramienta para reflejar el modelo de negocio. Y sí, lo confieso, yo también he caído en sus redes y he adorado el becerro.

El problema no es adorar al becerro, sino creer que el becerro es realmente un dios y que todo lo puede. O dicho en otras palabras, no darse cuenta que la herramienta es un medio y no un fin. El objetivo final no debe ser nunca el elaborar este Modelo, ni mucho menos el reflejarlo por escrito, sino el tener claro las cuestiones que éste plantea.

Por eso, he decidido dejar al lado los "pinceles", y en lugar de pintar un lienzo, recomiendo a mis clientes que cojan el "cincel" y tallen algo más rústico y más cercano a su lenguaje y sus necesidades. ¿Y cuál es este cincel? Pues dar respuesta a las siguientes 4 preguntas, que no dejan de recoger la esencia del Lienzo y de su utilidad.

- ¿Qué necesidades voy a cubrir?

- ¿A quién se las voy a cubrir?

- ¿Cómo se las voy a cubrir?

- ¿Cómo voy a ganar dinero cubriendo esas necesidades?

Y, evidentemente, en al menos una de las cuatro respuestas tengo que ser diferente y/o mejor que los demás. Un poco rústico, sí, pero en muchos casos más eficaz que hablar al empresario de lienzos y otros becerros de oro. Porque, aunque los consultores somos tozudos y nos negamos muchas veces a verlo, al empresario, pese a llevar 40 años en el desierto como Moisés, es difícil engañarle con becerros.

Comentarios